Lo que Yolanda Miranda tanto soñó en vida, lo logró frente al cajón donde descansan sus restos: ver a Thalía y Laura Zapata perderse en un fuerte abrazo de consuelo mutuo por su repentina muerte. Las pocas personas que estuvieron presentes en ese momento, no pudieron evitar el llano de ver, frente a la tragedia, un cuadro soñado, el de las hermanas nuevamente juntas, como toda la vida, como debió ser siempre. Laura, fue la última de las hijas a sumarse al velorio en el funeral Gayosso, pues se encontraba en Puerto Rico y poder llegar a despedir a su madre fue toda una odisea, pues debido al fin de semana largo por el Memorial Day en Estados Unidos, todos los vuelos estaban repletos. Pero finalmente, cerca de la 1 de la madrugada la mayor de las hermanas se unió al resto de la familia y ese momento fue muy conmovedor. También estaba en el lugar su hijo Federico.