Alice Pyne estuvo hace poco viendo ballenas en Canadá. De esta forma, a bordo de un barco rodeado de unas 25 orcas y ballenas jorobadas, esta adolescente de Ulveston (Inglaterra) cumplía el último de los sueños que podía concebir a sus 16 años.

Se sabe porque los sueños de Alice Pyne son más que famosos: los publicó en su blog el año pasado y, al cabo de unas horas, se convirtió en trending topic mundial en Twitter y en objeto de entrevistas y reportajes en diversos medios.

Porque no eran sueños cualquiera. En sí, eran ambiciones de corto alcance: nadar entre tiburones, poseer un iPad, recibir un masaje en la espalda, hacerse una foto con su perra Mabel y presentarla a un concurso... Pero, aparte de eso, estos eran los sueños limitados de una adolescente enferma terminal de cáncer.

Alice sufre linfoma de Hodkings, un tipo de cáncer de curación especialmente problemática porque lo generan los propios glóbulos blancos de su sangre y que terminará con su vida dentro de muy poco. Ese, y no otro, fue el motivo de que se sentara, aquél día de septiembre de 2011, a pensar qué cosas le gustaría hacer antes de su inexorable muerte.

También fue el motivo de su popularidad en Internet, pero, sobre todo, es el motivo por el que ha logrado realizar las 17 actividades de su lista: gracias a su popularidad, no ha parado de recibir ayuda y dinero de desconocidos de todo el mundo. Gente que sabe que no puede hacer nada por ella, pero que puede arrimar el hombro con pequeñas donaciones.


Por eso no ha podido irse a Kenya, aunque se ha contentado con ir a Kent-ya, como ha decidido llamar al condado inglés que sí pudo visitar. Tampoco ha tenido tiempo de convertirse en domadora de delfines, pero se las apañó nadando entre tiburones.


"Ha sido increíble", opina su madre, Vicky Pyne. "Sabemos que lo que iba a pasarle a Alice le va a pasar de todas formas, eso no hay quien lo cambie. Pero ahora tenemos estos momentos tan especiales que recordar. La gente ha hecho que este año sea increíble para todos nosotros. Tengo tantos amigos en el hospital que solo han tenido, literalmente, semanas para hacerse a la idea de que van a perder a sus hijos que obviamente no puedo quejarme".


La propia Alice comenta el fenómeno en el que se ha convertido de forma más sucinta: "Es increíble porque al principio pensaba que no podría ni hacer la mitad de las cosas que pretendía, mucho menos acabar la lista", afirma.

Pero si es parca en palabras no es por falta de interés ni, de momento, por el imparable desarrollo de su enfermedad. Es porque está mas centrada en hacer campañas para informar a la gente de las virtudes de donar médula ósea.

De hecho, en este último año, esta trágica estrella de Internet ha conseguido que decenas de miles de voluntarios donen su médula y ha consegudo reunir varios miles de dólares para futuras investigaciones de su enfermedad.