sábado, septiembre 18, 2010


Los cuatro conciertos que presenta desde el pasado miércoles en Las Vegas y que concluyen hoy sábado, marcan su primera aparición en un escenario de EEUU en un año, aunque sus compatriotas en México tendrán que esperar al parecer a que inicie su próxima gira para que pise un escenario en ese país, del que ha estado alejado durante dos años.
Luis Miguel demostró durante el espectáculo lo que afirmó el pasado lunes durante la conferencia de prensa en la que presentó su nuevo disco: que es apasionado e intenso.
El alejamiento del "Sol de México" de los escenarios provocó rumores en los pasados meses de una supuesta grave enfermedad debido a una también supuesta operación de cirugía estética.
Pero, tal y como ha hecho durante los últimos tres años durante la fecha de independencia de su país, se presentó en concierto en Las Vegas, donde provocó el furor de sus fans de todas las edades con un espectáculo que dividió en tres partes.
La primera, dedicada a los boleros, en los que interpretó viejos y famosos temas que hace algunos años "desempolvó" para convertirlos nuevamente en preferidos del público. Luego rindió tributo a México y fue la parte más celebrada por el auditorio, compuesto en su mayoría por mexicanos.
La agenda con que Las Vegas celebra este año la independencia de México atrajo esta semana a un gran número de mexicanos de diversos puntos del país y en particular el 15 de septiembre, día de la independencia, llegaron 16 vuelos, el mayor número en la historia de la ciudad, según la Autoridad de Las Vegas para Convenciones y Visitantes.
El artista dedicó la última parte a las baladas, para concluir con Labios de miel el primer tema en promoción de su nuevo disco "Luis Miguel", que salió al mercado el pasado martes y que en México alcanzó ya las 400.000 copias vendidas.
Vestido de chaqueta negra, y en medio del aplausos y gritos del público, Luis Miguel entró al escenario para comenzar de inmediato con Mírame, seguida de Suave, en la cual se acercó al público, oportunidad que una admiradora aprovechó para agarrarse de su cuello, del que no quería soltarse, y que otra aprovechara para tocarle, lo que motivó la intervención de su seguridad.
Luis Miguel fue el dolor de cabeza de los hombres asignados a su seguridad, dos de ellos en el escenario, ya que toda la noche lo recorrió de un extremo a otro, para estrechar las manos de su público, oportunidad que no desaprovecharon las mujeres para tocarlo y casi bajarlo de la tarima, a lo que el artista respondió con una sonrisa y sin inmutarse.
Un nutrido grupo de mujeres permaneció toda la noche frente al escenario.
Otros temas fueron Tres palabras, La barca Inolvidable y Bésame así como un dueto con el legendario Frank Sinatra en el tema Let's fly with me mientras se proyectaba la imagen y fotos del fallecido intérprete en una pantalla en el escenario.
El rey, México en la piel, La bikina y Si nos dejan fueron otras canciones que interpretó y que el público cantó con él, para concluir con conocidas balas.
Entre los que acudieron al concierto estuvo Elisa Sanza, que acompañada por cuatro amigas viajó desde España sólo para ver el concierto del artista, que calificaron de "espectacular".

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