“No es fácil vivir hoy del merengue”
martes, febrero 15, 2011El Equipo de Dioni Fernández cosechó éxitos suficientes para ser considerada una de las orquestas emblemáticas de la década de los 80, período muy bien valorado como “los años dorados del merengue”.
Sus canciones sentaron escuela: “El guardia del arsenal”, “Mina de amor”, “Queriéndote y adorándote”, “Fiesta y fiesta”, “El ritmo de la noche”, “Pasa la vida”, “Loco loco”, “Cómo es posible”, “El millonario”... y la lista se hace interminable.Desde hace poco más de cinco años, a Dioni prácticamente no se le ha vuelto a ver en un escenario y en estos días está “atrincherado” en su estudio de grabación, produciendo música, sí, pero para otros artistas, trabajando arreglos por encargo y en otros campos como el de la publicidad, grabando jingles para varias empresas de esa área. Esto así, no porque decidiera voluntariamente despachar a los integrantes de su equipo legendario, sino “porque hoy es muy difícil vivir del merengue”. La sentencia de este veterano y maestro de la música parece pronunciada por un monje tibetano, más cuando viene de un maestro que tuvo sus alumnos aventajados, en el caso de Sandy Reyes, Charlie Rodríguez, Sergio Vargas y Pablo Martínez. Nada mal.Obsesionado con lo que se ha convertido en cotidianidad en sus estudios de grabación, dedicarle tiempo de calidad a su familia y sin posibilidades de mantener una orquesta que en estos tiempos pueda ganarse el favor del público, fueron las causas que motivaron a Fernández a marcar distancia de los escenarios.En la actualidad Fernández está más concentrado en trabajar arreglos musicales para otros artistas, crear música para comerciales y rentarle sus estudios a aquellos colegas que así lo requieran.“En estos momentos la regla del juego es muy difícil y la competencia es dura, demasiado fuerte”, se quejó el merenguero en entrevista con El Caribe. “Antes solo teníamos la capital como demarcación apropiada para promover las creaciones musicales y desde aquí los merengueros nos catapultábamos hacia el interior del país y el exterior”.Dioni asegura que en los 80, cuando su orquesta tuvo sus años de esplendor, “la dinámica era mucho más fácil, ya que habían pocas emisoras, y en cambio ahora hay cientos de emisoras a nivel nacional, todas muy segmentadas, o sea, ahora hay emisoras que solo son de rock, balada, bachata, interactivas, entonces tener uno que lidiar con todo eso no es una tarea fácil”, argumentó.
Sus canciones sentaron escuela: “El guardia del arsenal”, “Mina de amor”, “Queriéndote y adorándote”, “Fiesta y fiesta”, “El ritmo de la noche”, “Pasa la vida”, “Loco loco”, “Cómo es posible”, “El millonario”... y la lista se hace interminable.Desde hace poco más de cinco años, a Dioni prácticamente no se le ha vuelto a ver en un escenario y en estos días está “atrincherado” en su estudio de grabación, produciendo música, sí, pero para otros artistas, trabajando arreglos por encargo y en otros campos como el de la publicidad, grabando jingles para varias empresas de esa área. Esto así, no porque decidiera voluntariamente despachar a los integrantes de su equipo legendario, sino “porque hoy es muy difícil vivir del merengue”. La sentencia de este veterano y maestro de la música parece pronunciada por un monje tibetano, más cuando viene de un maestro que tuvo sus alumnos aventajados, en el caso de Sandy Reyes, Charlie Rodríguez, Sergio Vargas y Pablo Martínez. Nada mal.Obsesionado con lo que se ha convertido en cotidianidad en sus estudios de grabación, dedicarle tiempo de calidad a su familia y sin posibilidades de mantener una orquesta que en estos tiempos pueda ganarse el favor del público, fueron las causas que motivaron a Fernández a marcar distancia de los escenarios.En la actualidad Fernández está más concentrado en trabajar arreglos musicales para otros artistas, crear música para comerciales y rentarle sus estudios a aquellos colegas que así lo requieran.“En estos momentos la regla del juego es muy difícil y la competencia es dura, demasiado fuerte”, se quejó el merenguero en entrevista con El Caribe. “Antes solo teníamos la capital como demarcación apropiada para promover las creaciones musicales y desde aquí los merengueros nos catapultábamos hacia el interior del país y el exterior”.Dioni asegura que en los 80, cuando su orquesta tuvo sus años de esplendor, “la dinámica era mucho más fácil, ya que habían pocas emisoras, y en cambio ahora hay cientos de emisoras a nivel nacional, todas muy segmentadas, o sea, ahora hay emisoras que solo son de rock, balada, bachata, interactivas, entonces tener uno que lidiar con todo eso no es una tarea fácil”, argumentó.
Fuente: El Caribe
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