Las relaciones online parecen no tener fronteras. Cómo funcionan. Muchos aún recuerdan con escepticismo a “El demoledor”, aquella película futurista protagonizada por Sylvester Stallone y Sandra Bullock en la cual los protagonistas tenían “relaciones sexuales” a través de unos cascos virtuales que producían sensaciones similares a las del coito real. Ahora, ese “delirio” de la ciencia ficción está cada vez más cerca. Una empresa de Girona, España, diseñó un masturbador (tanto para hombres como para mujeres) para hacer las relaciones online mucho más reales. Estos masturbadores interactivos son capaces de comunicarse a distancia. Por ejemplo, un hombre y una mujer se conocen en un chat y se proponen tener relaciones sexuales a través de Internet. El hombre, entonces, usará un consolador en forma de vagina y la mujer, en forma de falo. Vía bluetooth, entonces, se conectan a sus respectivos ordenadores. Ambos consoladores son emisores de impulsos y receptores de estímulos, de modo que se establece una comunicación, digamos erótica, entre ambos usuarios. A través de una videoconferencia, entonces, empieza la fiesta. Los sensores recogen los roces en el exterior de los masturbadores y los transmiten a la pareja sexual. La idea original parte de Narcís Bosch, un director de cine porno: “Hace unos años tenía una novia brasileña que viajaba a menudo. Cuando estaba fuera tenía ganas de tener contacto, algo más allá de hablar por teléfono. Por eso ideamos un juego que consistía en que ella ponía el móvil en sistema de vibración y yo le hacía llamadas perdidas. Cuando ella “terminaba”, me telefoneaba y entonces hablábamos”. Por el momento, los creadores de este masturbador 2.0 están negociando con la empresa Promociones Web para lanzar la primera serie de producción para antes del verano.