EE.UU.- Según ha informado “The Sun”, la Princesa Charlene Wittstock y Alberto II de Mónaco pasaron su luna de miel por separado. Cada uno estuvo en un hotel diferente con 15 kilómetros de distancia del otro.
Pese a que la pareja había reservado una suite con una gran cama matrimonial y piscina privada en el Oyster Box Hotel, cerca de Durban, la pareja se hospedó por separado, yéndose el Príncipe al hotel Hilton.
Por otra parte, las vacaciones de la pareja se acortaron abruptamente por “negocios urgentes” del Príncipe, que le impidieron seguir “disfrutando” de su viaje con Charlene. Se especula que aquellos “negocios” se tratasen de el examen de ADN que al que debe someterse Alberto para verificar si el tercer hijo ilégitimo que le han atribuido es real o no. Hecho que habría provocado los intentos de fuga de la Princesa previo al matrimonio.
Según los gráficos de “The Sun”, al momento de pedir un beso de la pareja para fotografiarlo, Charlene se vio incómoda y le puso la mejilla a su marido, quien esperaba haberle dado un beso en los labios.