Los nuevos virus informáticos, más discretos y peligrosos
sábado, febrero 25, 2012
Antes, era habitual que el ataque tomara el control del ordenador, manipulara el ratón, aparecieran ventanas emergentes y los procesos se ralentizaran hasta hacer imposible el uso. Esto hace que muchos usuarios aún piensen que una infección de su ordenador puede detectarse mediante la observación de algunos de estos parámetros. Hoy, como indican desde Consumer, se ejecutan de forma discreta en los ordenadores de los usuarios, para pasar desapercibidos y continuar con su tarea encomendada que, suele ser, tomar el control del ordenador para que forme parte de una red de miles de ordenadores infectados conocida como botnet.
Desde esta, se realizan por la fuerza bruta todo tipo de actos delictivos a través de Internet, como robo de datos personales, usurpación de identidad en las cuentas bancarias o en las redes sociales, etc. También se utilizan como parte de guerras informáticas para tomar el control de equipos industriales concretos, como el virus Stuxnet, que infectó a varias centrales nucleares de Irán en 2010. Es muy posible que muchos usuarios en todo el mundo estemos infectados con este virus o alguna de sus variantes, pero el mismo no activará sus funciones en nuestros ordenadores, ya que no somos el objetivo prioritario. Y lo mismo puede ocurrir con muchos otros virus.
En el ámbito doméstico y empresarial
En el ámbito doméstico y empresarial, los virus actuales buscan robar información confidencial, como contraseñas de acceso a redes sociales, datos bancarios o documentos almacenados en la nube. Una de las puertas de entrada de los virus informáticos en ordenadores domésticos y empresariales han sido siempre los dispositivos externos de almacenamiento, como discos duros, memorias USB o discos ópticos. De hecho, el primer virus entró en los ordenadores de IBM a través de un disco del tipo 'floppy'.
Redes sociales
Los virus han visto en el desarrollo de las redes sociales más populares (como Facebook y Twitter) una vía de infección. Para ello emplean enlaces a webs maliciosas, desde las cuales se realiza la entrada en el ordenador. Con solo visitar esta página, si el usuario utiliza un navegador web con alguna vulnerabilidad o que no esté actualizado, este queda infectado. Además, este tipo de ataques también toman control de la sesión de la red social donde esté el usuario para enviar un mensaje personalizado a todos sus contactos con enlace a la página maliciosa. De esta forma, el virus se expande entre los contactos de la víctima mediante ingeniería social.
Esto no quiere decir que sean la principal puerta de entrada, ya que de hecho los virus siguen actuando desde el correo electrónico, páginas de descargas y redes P2P.
Un ejemplo: el gusano Ramnit
En 2011, el gusano Ramnit infectó más de 800.000 de ordenadores de empresas y corporaciones entre septiembre y diciembre de 2011, mediante archivos ejecutables en el sistema operativo Windows, documentos ofimáticos de Microsoft Office y archivos en formato HTML. Este virus accede a las cookies del navegador del usuario para tomar los datos y contraseñas del mismo, en las sesiones de las diversas plataformas y servicios que estén abiertas. De esta forma consigue robar contraseñas de plataformas y redes sociales y suplantar la identidad del usuario para engañar a sus contactos. Se calcula que Ramnit ha robado más de 45.000 contraseñas de Facebook. Entre otras acciones, Ramnit utiliza estas redes para enviar mensajes privados a otros usuarios, con enlace a páginas maliciosas donde colarle el gusano y continuar su expansión. Todos los datos robados de este modo son recopilados por mafias criminales, que los venden en mercados negros digitales, a grandes precios, a ciertas empresas de marketing y publicidad.
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