Miami iguala en Final de la NBA

viernes, junio 15, 2012



En su arenga minutos antes del pitazo inicial, Erik Spoelstra tuvo una frase lapidaria para su equipo: “que cada jugada cuente, especialmente en los últimos minutos’’.

El Heat le hizo caso a su coach y salió con un alto sentido de urgencia para conquistar 100-96 el segundo partido de la Final de la NBA, que ahora se encuentra igualada 1-1 cuando la serie se traslada a Miami para un tramo de tres desafíos.

Como en tantas otras ocasiones en que se encontró entre la espada y la pared, LeBron James y el resto del Heat renacieron de la adversidad y le propinaron al Thunder su primera derrota en 10 juegos en casa y, más allá del resultado, recobraron la confianza necesaria para mirar con esperanza el resto de una guerra que podría llegar a los extremos, dada la calidad de los protagonistas.

James volvió a poner 30 puntos a su cuenta personal con siete rebotes y cinco asistencias, pero esta vez no estuvo solo. Dwyane lo secundó con 24 cartones, pero fue Chris Bosh el que se llevó la felicitación del equipo al aportar 16 puntos y 15 rebotes.
Por el Thunder, Kevin Durant y Russell Westbrook volvieron a liderar el ataque con 27 y 32 puntos, respectivamente. Aunque ambos hicieron un esfuerzo decisivo al final, no pudieron rescatar a su equipo de un hoyo demasiado grande.
Al igual que en el primer choque, Miami comenzó con un ímpetu que se llevó por delante a la defensa de Oklahoma City, y si la rotación de Spoelstra el martes apenas incluyó a siete hombres, el jueves de amplió a 10 hombres con momentos importantes para el novato Norris Cole y el veterano Shane Battier, quien encestó un par de triples que rompieron el esquema de los locales.
El ataque en transición del Heat en los dos primeros cuartos provocó que Durant y Westbrooks se colocaran en problemas de faltas demasiado rápido, lo cual obligó al coach Scott Brooks, a tenerlos en la banca varios minutos preciosos que fueron bien aprovechados por el rival para mantener una ventaja que casi en ningún momento se bajó de los 10 puntos y que, incluso, llegó a ser de 17.

Durant, el tres veces ganador del título de anotación en la NBA, apenas fue factor en la mitad inicial con sólo seis unidades, mientras que el armador del Thunder se fue con nueve, dejando la mayor carga ofensiva a James Harden, un hombre que había sido borrado en el comienzo de la Final. El barbudo escolta fue contenido en cinco cartones el martes, pero en la segunda cita mantuvo a su equipo a flote cuando parecía que Miami se escapaba con el juego.

Desde el primer minuto Wade mostró una cara diferente para acallar las dudas sobre un posible problema físico o de que el tiempo le estaba pasando factura; mientras que Bosh, esta vez insertado en la alineación titular, estuvo muy activo bajo los aros.
Oklahoma trató desesperadamente de acortar distancia en el tercer período, pero la marca de identidad de Miami, su defensa total, impidió que los de casa se acercaran por debajo de los 10 puntos. Una vez más, Bosh mantuvo un cuerpo a cuerpo con Kendrik Perkins y Serge Ibaka en la lucha por los balones
Sin embargo, la verdadera tormenta llegaría para el cuarto parcial, cuando el Thunder desató una ofensiva feroz y logró ponerse a tres puntos de diferencia.

A pesar de que Durant tenía cinco faltas, su coach lo mantuvo en el tabloncillo y junto a Westbrook levantó el espíritu de su conjunto, que apretó la maquinaria y puso en aprietos a Miami.
Pero justo en lo más difícil de la situación resonó el grito de guerra de James: “Vamos’’.
Y Miami lo siguió para poner fin, y a su favor, la segunda batalla de la Final.


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