Declaración de Dr. Cándido Simón sobre el caso de Omega

miércoles, diciembre 05, 2012


 

Desafortunada y mendaz es la declaración del señor Antonio Peter de la Rosa (Omega) en el sentido de que le asistimos, le enderezamos el proceso y los sacamos de la cárcel gratuitamente como un héroe sin serlo, cuando nuestros servicios fueron requeridos por su díscolo abogado que a consecuencia de su falta de experiencia y de conocimientos penales lo tenía hundido y desprestigiado por su mala fama de hombre agresivo.
Es un acto de irresponsabilidad, de arrogancia y prepotencia de Omega inducido por un asesor que le miente lo ponga a decir nosotros costeamos el caso y que le prestamos nuestros servicios sin remuneración, creyéndose que su tigueraje lo puede todo: como rentar un apartamento sin pagar, rentar equipos sin pagar, adquirir jeepetas sin pagar, abandonar sus músicos sin pagar, agredir camarógrafos sin consecuencias, y servirse de abogados sin pagar.
La reputación de juristas honesto, decente y capaz que hemos construido explica el éxito profesional que nos permite ser selectivos en los casos que asumimos, sin tener que buscar asuntos notorios para darnos a conocer.
En el momento que asumimos la coordinación de la defensa de Omega ya lo habían abandonado otros dos juristas de calidad probada, por el mal manejo de su asesor, y ese simulador fue quien deprimido se apersono a una de nuestras oficinas, desde donde le coordinamos, le preparamos y dirigimos la estrategia que lo libero provisionalmente de la cárcel, aunque su asesor debería recordarle que el proceso no ha terminado.    
Esta vez ese joven conflictivo se equivoco. El trabajo nuestro esta realizado y Omega tiene que pagarnos.  Con la misma eficacia que lo sacamos de la cárcel estamos prestos para colocarlo de nuevo en el Estrado, si no cumple su compromiso de pago por el trabajo realizado exitosamente.
El penoso espectáculo que exhibe ese abogado infeliz deshonra la clase profesional al prestarse como tonto útil mintiendo con todo descaro frente a una opinión pública que se le burla en la cara cuando hace un esfuerzo denodado por convencerla de la fabula que sacamos de la cárcel a Omega sin cobrarle.
Ya le hemos abierto un juicio disciplinario a ese abogado por falta grave, porque la abogacía es una profesión para profesionales que tiene sus reglas éticas, y este ha cometido  un acto de baja ralea al no entender su rol, mintiendo a su cliente, regateando nuestros honorarios y quién sabe si ha cobrado por nosotros. 
Santo Domingo, R.D.
Diciembre 5 de 2012

You Might Also Like

0 comentarios