Los autos sin chofer a punto de llegar a la calle
lunes, mayo 27, 2013
Por: Lindsay Wise
WASHINGTON --
Los autos que se conducen por sí solos en medio del congestionado
tráfico llegarán al mercado a finales de este año, y los vehículos de
autoestacionamiento no se quedarán detrás. Los modelos totalmente
autónomos, que no necesitan en absoluto de conductores humanos, están a
menos de una década de llegar a los concesionarios.
Pero las leyes van a la zaga del auto robot.
Sólo tres estados Nevada, California y Florida han autorizado las pruebas de autos sin conductor en sus carreteras y han comenzado a redactar reglamentos actualizados.
Los funcionarios tienen que moverse a través de una miríada de preguntas planteadas por los autos sin conductor: ¿Qué formación y qué concesión de licencias se requerirían para operar un vehículo de autoconducción? ¿Quién es responsable en un accidente cuando un vehículo está en piloto automático: el propietario del vehículo o el fabricante? ¿Qué pasa si un vehículo de autoconducción se lleva una luz roja? ¿A quién se le da la multa? ¿Puede el ocupante de un auto dormir una siesta al timón, o enviar mensajes de texto, o consumir bebidas alcohólicas si el automóvil se desplaza por sí mismo? Los vehículos que son operados por computadoras y dependen de las conexiones de internet, ¿serán vulnerables a los piratas informáticos?
En una audiencia del Senado el miércoles, los legisladores tuvieron que lidiar con las implicaciones para las pólizas y los riesgos que representan los últimos avances en la tecnología de los vehículos, y se preguntaron qué reglas o normas podrían ser necesarias en todo el país.
“Las avanzadas tecnologías actualmente en investigación y desarrollo podrían cuestionar radicalmente nuestra noción de lo que significa estar al volante”, dijo el senador Jay Rockefeller, demócrata de West Virginia y presidente del Comité Senatorial de Comercio, Ciencia y Transporte.
“A medida que nuestros autos se hacen más computarizados y se basan más en la electrónica, ¿puede la industria garantizar que sean fiables, y prevenir las fallas?”, preguntó Rockefeller. “Y a medida que nuestros autos estén más conectados a internet, a redes inalámbricas, entre sí y con nuestra infraestructura— ¿estarán en riesgo de ciberataques catastróficos?”
Rockefeller sugirió un ejemplo imaginario al preguntar si algún muchacho de 14 años de edad, desde Indonesia, podría “encontrar la manera de apagar un montón de autos, ya que están conectados a internet?”
David Strickland, director de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA), dijo que su agencia había creado una nueva división dentro de la Oficina de Investigación de Seguridad de Vehículos para centrarse en la seguridad cibernética.
El objetivo será el de “asegurar que el conductor no pueda perder el control, y que el sistema en su conjunto no pueda ser corrompido para que envíe datos erróneos”, dijo. Strickland dijo a los senadores que el potencial de la nueva tecnología es “impresionante”.
Pero las leyes van a la zaga del auto robot.
Sólo tres estados Nevada, California y Florida han autorizado las pruebas de autos sin conductor en sus carreteras y han comenzado a redactar reglamentos actualizados.
Los funcionarios tienen que moverse a través de una miríada de preguntas planteadas por los autos sin conductor: ¿Qué formación y qué concesión de licencias se requerirían para operar un vehículo de autoconducción? ¿Quién es responsable en un accidente cuando un vehículo está en piloto automático: el propietario del vehículo o el fabricante? ¿Qué pasa si un vehículo de autoconducción se lleva una luz roja? ¿A quién se le da la multa? ¿Puede el ocupante de un auto dormir una siesta al timón, o enviar mensajes de texto, o consumir bebidas alcohólicas si el automóvil se desplaza por sí mismo? Los vehículos que son operados por computadoras y dependen de las conexiones de internet, ¿serán vulnerables a los piratas informáticos?
En una audiencia del Senado el miércoles, los legisladores tuvieron que lidiar con las implicaciones para las pólizas y los riesgos que representan los últimos avances en la tecnología de los vehículos, y se preguntaron qué reglas o normas podrían ser necesarias en todo el país.
“Las avanzadas tecnologías actualmente en investigación y desarrollo podrían cuestionar radicalmente nuestra noción de lo que significa estar al volante”, dijo el senador Jay Rockefeller, demócrata de West Virginia y presidente del Comité Senatorial de Comercio, Ciencia y Transporte.
“A medida que nuestros autos se hacen más computarizados y se basan más en la electrónica, ¿puede la industria garantizar que sean fiables, y prevenir las fallas?”, preguntó Rockefeller. “Y a medida que nuestros autos estén más conectados a internet, a redes inalámbricas, entre sí y con nuestra infraestructura— ¿estarán en riesgo de ciberataques catastróficos?”
Rockefeller sugirió un ejemplo imaginario al preguntar si algún muchacho de 14 años de edad, desde Indonesia, podría “encontrar la manera de apagar un montón de autos, ya que están conectados a internet?”
David Strickland, director de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA), dijo que su agencia había creado una nueva división dentro de la Oficina de Investigación de Seguridad de Vehículos para centrarse en la seguridad cibernética.
El objetivo será el de “asegurar que el conductor no pueda perder el control, y que el sistema en su conjunto no pueda ser corrompido para que envíe datos erróneos”, dijo. Strickland dijo a los senadores que el potencial de la nueva tecnología es “impresionante”.
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