Maduro busca fortalecerse ante oposición y disidencia
lunes, octubre 14, 2013
CARACAS --
El Congreso venezolano discute desde este martes el pedido de
superpoderes de Nicolás Maduro para gobernar un año por decreto en temas
de lucha anticorrupción y una declamada guerra económica, pero
analistas opinan que el pedido aspira a fortalecer al presidente frente a
la oposición y la disidencia interna.
Maduro dispone de una
cómoda mayoría legislativa que le permite sancionar leyes sin
sobresaltos, pero reclamó poderes especiales argumentando que la
corrupción y las maniobras de lo que califica como “burguesía
parasitaria” delinean una situación “de vida o muerte” para el modelo
chavista.
Venezuela está catalogada entre los doce países con peor
resultado en lucha anticorrupción por la ONG Transparencia
Internacional, y en el plano económico la inflación es la tercera mayor
del planeta (50% anual), hay problemas de abastecimiento y pese al
control de cambios el dólar ilegal cotiza siete veces por encima del
oficial.
El pedido de superpoderes “es una ofensiva estratégica que puede
tener dos tableros: no sólo el de la oposición, sino también el de
disuadir a sectores internos del chavismo para consolidar el liderazgo
puertas adentro”, dijo a la AFP el analista John Magdaleno.
Magdaleno
advierte que “por primera vez en 14 años, una mayoría en las encuestas
le atribuyen la mayor responsabilidad (de los problemas del país) al
gobierno y al presidente”.
“Eso no ocurría en los tiempos de
(Hugo) Chávez (1999-2013)”, añadió Magdaleno, para quien Maduro, ungido
en marzo en elecciones que apenas ganó por un 1.49% de los votos, busca
con sus poderes especiales “fortalecer el liderazgo interno, cuestionado
desde el principio”.
Para Luis Vicente, director de la
encuestadora Datanálisis, el gobierno “quiere utilizar estos poderes
para ir más contra la oposición que contra la corrupción”.
Maduro
ya “tiene mayoria legislativa, pero si envía leyes hay que permitir que
se abra el debate y (eso) cada vez se pone más fastidioso en un país
donde la oposición es cada vez más grande. Siempre es más cómodo cuando
anulas la Asamblea y la conviertes en un adorno”, dijo Vicente a la AFP.
Y
cuando la oposición se niegue a votar en el recinto legislativo los
poderes especiales, el chavismo “venderá la idea que es la oposición la
corrupta”.
En el marco de la lucha anticorrupción “se verán
algunos actos del gobierno en contra de chavistas que no tengan padrinos
ubicados en sitios muy elevados”, adelantó León, que evocó la detención
este fin de semana del alcalde chavista de Valencia (tercera ciudad del
país) Edgardo Parra por supuesta corrupción.
La solicitud de
superpoderes, que deberá ser aprobada en dos debates en cada ocasión por
tres quintos del cuerpo legislativo, ocurre a dos meses de las
elecciones municipales en Venezuela, vistas como una suerte de
plebiscito de su gobierno.
De aprobarse, esta ley habilitaría al
Ejecutivo a emitir “decretos con rango y valor de ley” sin ser
discutidos en la Asamblea. Todos los presidentes han solicitado estos
poderes especiales en los últimos 40 años, entre ellos Hugo Chávez,
quien emitió más de 200 leyes con estos superpoderes en 2000, 2001, 2008
y 2010.
En su discurso de tres horas la semana pasada ante la
Asamblea, Maduro había pedido “poderes habilitantes especiales (…) para
dar un revolcón a los corruptos y a sus cómplices”.
Siguiendo el
estilo confrontativo que ha caracterizado su gobierno, Maduro advirtió
en el recinto: “¡Preparénse que voy con todo!”, y sostuvo que perseguirá
tanto a la corrupción “amarilla” (oposición) y a la “rojo rojita”
(oficialismo), que “son la misma cosa, responden a la misma lógica
delictiva”.
Al pedir superpoderes Maduro volvió a “las viejas
obsesiones” del ministro de Planificación Jorge Giordani, quien ha
cerrado todo diálogo con el sector privado, dijo el presidente de la
Cámara de Comercio de Caracas, Víctor Maldonado, citado por el diario El
Universal. El gobierno, “en lugar de hacer rectificaciones, busca
endurecer y busca culpables”.
Precisamente la semana pasada el
ministro de Finanzas, Nelson Merentes -considerado un pragmático
proclive al diálogo con el sector privado- fue desplazado del cargo de
coordinador de los ministerios económicos, aunque conservó su cartera.
En
reemplazo como vicepresidente del área económica fue designado Rafael
Ramírez, considerado un ortodoxo y quien ocupa la estratégica cartera de
Petróleo y preside la petrolera estatal de cuya caja vive el Estado,
pues aporta el 95% de las divisas que entran en el país.
0 comentarios