Bachelet gana en Chile con una avalancha de votos
lunes, diciembre 16, 2013
CHILE.- Las promesas de adelantar profundas reformas políticas y sociales y
aumentar los impuestos para acortar la abismal desigualdad entre pobres
y ricos en Chile le dieron el triunfo en las elecciones presidenciales a
la socialista Michelle Bachelet, quien gobernará el país entre el 2014 y
el 2018.
Bachelet, una médico pediatra, separada, con tres hijos,
que se declara agnóstica, ganó la votación frente a la conservadora
Evelin Matthei con un porcentaje del 62.15% de los votos frente al
37.84%, cuando han sido escrutadas el 99.85% de las urnas.
El
triunfo del 62% de la expresidente es el más alto desde el 56% obtenido
por el presidente Eduardo Frei Montalva, en 1964.
“Están las condiciones sociales y políticas, y por fin ahora es el
momento de hacer los cambios”, dijo Bachelet con la voz gastada, desde
un escenario en el frontis de un céntrico hotel, ante más de 10,000
personas que se extendían por la principal avenida capitalina. “Si estoy
aquí es porque creemos que el Chile de Todos es necesario. No será
fácil, pero cuándo ha sido fácil cambiar el mundo”.
Fue felicitada
muy rápidamente por el presidente centroderechista Sebastián Piñera,
con quien se reunirá el lunes por la mañana, en la casa de la mandataria
electa, para conversar sobre el traspaso del mando, que ocurrirá el 11
de marzo de 2014.
Los anhelos de cambio de la mayoría de la
sociedad chilena fueron impulsados por multitudinarias protestas
estudiantiles desatadas en el 2011, para exigir una educación gratuita y
de calidad, que fueron despertando a millones de personas que se dieron
cuenta de cuán endeudados estaban con la banca por culpa de los
préstamos estudiantiles.
De allí el descontento se extendió a
otros ámbitos, como los abusos de grandes tiendas por departamentos y
con el sistema privado de jubilaciones, entre otras.
El triunfo de
Bachelet es la confirmación de su victoria obtenida en la primera
vuelta de noviembre, cuando derrotó a Matthei por un 46.67% sobre un
25.01%.
Contabilizadas el 99.85% de las mesas de votación, se
estableció que en el balotaje participaron 5.7 millones de personas, un
millón menos que en la primera vuelta, de los 13.5 millones de electores
habilitados para votar.
Al pronunciar su discurso de reconocimiento de su derrota, Matthei no pudo contener las lágrimas.
“Ya
está claro y la felicito”, dijo. “Desearle éxito en su gobierno, mi
deseo más profundo y honesto es que le vaya bien. Nadie que quiera a
Chile puede desear lo contrario”.
Bachelet ya se desempeñó como
presidente de Chile entre el 2006 y el 2010, y luego manejó el programa
de la ONU para la mujer, lo que le dio un reconocimiento internacional
que pocos mandatarios latinoamericanos han alcanzado.
La
presidente electa encabeza una nueva coalición de centroizquierda más el
Partido Comunista, que prometió cambiar la educación para hacerla
gratuita y de buena calidad haciendo una reforma tributaria que ponga
más impuestos a las empresas.
También prometió proteger el medio
ambiente y reformar la constitución que legó el dictador Augusto
Pinochet (1973-1990) y que impide la participación de partidos
minoritarios.
Pinochet irrumpió en el escenario político chileno
con un golpe de estado que provocó el suicidio del entonces presidente
Salvador Allende y que significó el fin de algunas de sus políticas como
la reforma agraria y la educación pública.
Las encuestas
vaticinaban una derrota de Matthei, ex ministra del Trabajo, por haber
apoyado a Pinochet y por sus vínculos con el actual presidente, cuyas
políticas comparte.
Empresario multimillonario, Sebastián Piñera
fue el primer presidente de centro derecha de Chile desde el retorno de
la democracia. Se va del gobierno con un 34 por ciento de apoyo que cayó
dramáticamente luego del rescate de 33 mineros por las protestas
estudiantiles.
Mucho antes de que Bachelet hablara, en las calles
resonaban bulliciosas bocinas de vehículos que se paseaban por las
principales calles de Santiago celebrando el triunfo.
Algunos
comerciantes callejeros vendían bandas presidenciales de tela, que la
gente compraba y se cruzaba sobre el pecho y que hicieron furor en 2006,
pues era la primera vez que una mujer llegaba a la Presidencia de
Chile.
Ahora es la segunda vez… y es la misma mujer.
Bachelet,
de 62 años, cuenta con una mayoría en el Congreso, que surgió en la
primera ronda electoral el 17 de noviembre, y que le permitirá hacer
aprobar su reforma tributaria para recaudar $8,200 millones para
financiar cambios estructurales a la educación.
Para reformar la
Constitución deberá negociar con la oposición de centroderecha a partir
del 11 de marzo próximo, cuando inicie su gobierno.
Esta es la primera elección desde 1990 en la que los programas de gobierno ofrecidos al electorado son diametralmente opuestos.
“Voté
por ella porque es una mujer con principios y es seria”, dijo Paola
Bustamante una escultora plástica de 40 años. “La otra candidata, con
sus atributos, sería como comenzar de cero. Se necesita una reforma
educacional urgente, mejoras a la salud y siento que Bachelet puede
cumplir sus promesas de cambios profundos en esta vez”.
Bachelet propuso sus reformas frente a un virtual inmovilismo de Matthei, que quería continuar las políticas de Piñera.
La
reforma a la Carta Magna también busca acabar con el monopolio del
agua, el fin de un sistema que otorga enormes ahorros en impuestos a
grandes empresarios, un sistema de pensiones que muchos consideran
injusto y un sistema electoral que margina a las minorías políticas.
La
oposición derechista culpa de la actual desaceleración de Chile a los
anuncios de reformas de Bachelet y dicen no entender por qué quiere
desarmar todo lo que ha hecho el gobierno de Piñera. También critican su
intención de despenalizar el aborto en ciertos casos y de promover una
discusión en por el matrimonio igualitario.
Es la primera elección
general que se celebra luego de que se hicieran reformas al registro de
votantes, que aumentó de ocho a 13.5 millones, de una población de 17,
pero que derogó la obligación de votar. Con el cambio, sólo el 50 por
ciento de los ciudadanos votaron en la primera vuelta. En esta ronda,
aumentó al 52%.
También fue la primera elección presidencial disputada entre dos mujeres en Chile; ambas con una larga trayectoria política.
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