Las ballenas jorobadas, fieles al Caribe, vuelven a la República Dominicana.
lunes, enero 20, 2014
Las
ballenas jorobadas, fieles a las aguas del Caribe, han vuelto a su
casa, la bahía de Samaná, una impresionante zona en República Dominicana
con amplios atractivos turísticos y que, según distintas opiniones, es
uno de los mejores lugares para presenciar el espectáculo que ofrecen
estos cetáceos.
En primavera, verano y otoño, las ballenas
jorobadas viven en las aguas frías del Atlántico norte, pero en los
meses de invierno inician un largo recorrido hacia los mares tropicales
para aparearse y dar a luz a sus crías.
Así es que, cada año,
por estas fechas, las ballenas llegan a la bahía de Samaná (noreste),
una zona que, junto al Banco de la Plata y el Banco de la Navidad, en el
norte, forma el Santuario de Mamíferos Marinos que abarca un área
12.700 millas cuadradas. Los cetáceos llegan desde Islandia, Groenlandia, Canadá y la costa norte de los Estados Unidos. Una vez en aguas dominicanas, estos mamíferos ofrecen, con sus
impresionantes saltos y singulares aletazos, verdaderos espectáculos a
los miles de turistas que visitan la zona de observación.
Claro está, en muchas ocasiones los visitantes regresan a casa sin
verlas porque éstas se negaron a salir a la superficie en la media hora
reglamentaria que la embarcación estuvo en el recorrido. Las
ballenas jorobadas (megaptera novaeangliae) miden alrededor de 15
metros, y su nombre se debe a la forma de joroba que a menudo presentan
en la base de la aleta dorsal.
Se caracterizan por poseer aletas pectorales muy largas y nódulos sensoriales en la cabeza.
El ministro de Medio Ambiente del país, Bautista Rojas Gómez, anunció
esta semana el inicio oficial de la temporada de observación de ballenas
jorobadas en la bahía de Samaná, en la provincia de Samaná, 245
kilómetros al noreste de Santo Domingo.
Durante la temporada,
que concluirá en abril, se espera la visita de los más de 35.000
turistas nacionales y extranjeros que el año pasado visitaron la zona
para observar las ballenas jorobadas. El funcionario exhortó a
la población visitar la zona de avistamiento con fines educativos y
culturales, "ya que pocos países en el mundo disfrutan de ese privilegio
que nos ofrece la naturaleza", apuntó.
Rojas Gómez alertó que
las ballenas jorobadas son una especie migratoria en constante amenaza,
a pesar de que están protegidas desde hace décadas.
En esta
ocasión, el funcionario firmó con varias entidades públicas y privadas
un memorando de entendimiento con el objetivo de preservar, en el
Santuario de Mamíferos Marinos Bancos de la Plata y la Navidad, las
ballenas jorobadas, "especies que representan un equilibrio para los
recursos costeros marinos y atractivo turístico", precisó.
Desde 2011, la República Dominicana es miembro de pleno derecho de la
Comisión Ballenera Internacional que regula la caza de cetáceos y otros
aspectos que afectan a sus poblaciones.
La nación caribeña se
opone a la caza del más grande animal marino, y aboga por la promoción
del turismo de ballenas, una actividad que genera cada año cuantiosos
ingresos a Samaná y la zona del noreste de la República Dominicana, un
país cuya economía descansa precisamente en el turismo.
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