Por: Alfonso Quiñones
Nashla Bogaert es una de las figuras con mejor posicionamiento entre las jóvenes artistas que han emergido en la última década, y que han crecido hasta llegar a convertirse en una actriz con potencial de proyección internacional y en productora de cine.

Cuando se ha alcanzado cierto nivel, hay que tener muy afilado el detector de m... Cualquier fallito puede mellar una imagen que dura muuucho tiempo en labrarse. ¿Verdad?
La imagen de un artista se compone no solamente de qué ropa se pone, de cómo se ve uno en el espejo, qué músculos ha logrado poner sobre relieve.

Tampoco la compone solamente lo que ha logrado hacer como obra, en su caso, las veces que ha salido exitosa a la hora de asumir un papel en la gran pantalla. Nashla es convincente, orgánica, y la cámara la quiere.
No la compone solamente, el hecho de estar casada con un joven actor y que ambos son una hermosa pareja.

Hay aspectos éticos, morales, que tienen que ver con la imagen que el artista es capaz de proyectar, que tiene tremenda incidencia como modelos, para la juventud y sobre todo los niños y niñas que forman parte de la sociedad dominicana.

Alguien de parte de Nashla, supuestamente, ha estado llamando a esta redacción para quejarse de una nota colocada por el subeditor Severo Rivera, sobre algo que hizo la actriz en un popular programa de televisión abierta en el que participó, donde se vio abocada, a través de una competencia, a tocarle las partes pudendas a un hombre.

Si Nashla no es capaz de asumir autocríticamente ese detestable momento en que mella su imagen de artista y de mujer, es porque ha perdido el sino, y ha echado a perder su detector de m... Lo siento.