José Adolis García, para muchos el pelotero cubano de mayor relieve desde la partida de Yulieski Gurriel, no habría regresado a la isla y se encontraría en algún sitio seguro con el objetivo de llegar a los Estados Unidos.

De acuerdo con fuentes, García habría abandonado el vuelo procedente de Japón que lo llevaba de vuelta a Cuba durante una escala en Francia, y que debió arribar a La Habana a las 3:00 pm del sábado.
Se desconoce el paradero del jardinero de Ciego de Avila, que de manera sorpresiva fue dejado en libertad por los Gigantes de Yomiuri luego de 28 encuentros en el conjunto de granja en los cuales conectó para .234.

Cuando los Gigantes firmaron a García el 20 de abril por algo más de $91,000, varios expertos consideraron que el cubano ascendería de manera rápida y seguiría los pasos de otros compatriotas suyos como Alfredo Despaigne -posiblemente el mejor latino del momento en la liga japonesa- y el propio Gurriel, quienes se impusieron a golpe de talento.
Sin embargo, otros como Frederich Cepeda han tenido una experiencia menos positiva.

A pesar de sus números discretos, la medida de los Gigantes envió una onda expansiva sobre los verdaderos motivos de la liberación, aunque el gerente general del club no tuvo reparos en declarar que "no vemos potencial en él''.
 
Hermano menor del jugador de Atlanta, Adonis García, José Adolis conectó un par de imparables el 22 de marzo contra los Rays de Tampa Bay y batea para más de .300 en cinco Series Nacionales. En la número 55 fue elegido el Jugador Más Valioso del torneo cubano.

Varios scouts consultados por El Nuevo Herald coincidieron en que, más allá de lo sucedido en Japón, García no ha perdido importancia en términos de futuro si decide intentar el sueño de las Grandes Ligas.

"Es un pelotero que reúne varios ingredientes para triunfar'', apuntó un agente que no quiso revelar su nombre. "Ciertamente, requiere pulir ciertos aspectos de su juego, pero con una buena guía en las Menores, debe llegar. Sin duda, es material de las Mayores''.
 
Europa no es generalmente el mejor destino de los peloteros cubanos para escapar, pero en el pasado otros lo han hecho como como Odrisamer Despaigne y Aroldis Chapman, quienes aprovecharon los tradicionales torneos de Rotterdam, Holanda.
De confirmarse su fuga, el siguiente paso de García sería establecer contactos con alguna empresa de representación que lo ayude a convertirse en agente libre -sin ningún tipo de restriccion- y negociar contrato.