Española será madre por tercera vez a los 62 años
miércoles, septiembre 14, 2016
A Galicia llegará un bebé "especial", cuyo nombre será
Lina y con la particularidad de que su madre tiene 62 años.
Esta
mujer, en avanzado estado de gestación, se encuentra "muy feliz" y
"físicamente mucho mejor que cuando no estaba embarazada", aparte de con
la ilusión de quien va a ser madre por tercera vez dentro de
aproximadamente un mes, pero además con la circunstancia de que, en su
caso, la maternidad vuelve a llamar a su puerta ya sexagenaria, y
después de un tratamiento de fecundación in vitro.
Lina
Álvarez, una médica lucense que va a ser madre dos décadas después de
haber pasado por la menopausia, habla a EFE con "ilusión" de su próximo
parto, que tendrá lugar a mediados de octubre y será mediante una
cesárea programada, precisamente para "evitar riesgos" asociados a la
edad.
Ella
se encuentra bien, "mejor que cuando no estaba embarazada, por la
ilusión, por las hormonas y por la felicidad de ser madre, porque la
maternidad es lo más grande".
"Me
encuentro muy feliz. No tuve ningún problema a lo largo del embarazo y
me encuentro rebosante de felicidad", cuenta, porque para ella "también
fue algo inesperado".
"Lo
intenté, porque siempre hay que intentarlo, y salió todo perfecto",
dice Lina Álvarez, que considera que esta tercera maternidad es "una
recompensa" a todo lo que ha pasado en la vida, con el sueldo embargado
por litigios judiciales y un niño, su primer hijo -que ahora tiene 27
años-, que sufre una parálisis cerebral.
A
pesar de no tener pareja, "porque es muy difícil conseguirla en estas
condiciones", también mediante un proceso de fecundación tuvo a su
segundo hijo, Samuel, que ahora tiene diez años.
Entonces
se le ocurrió hacer una fecundación, tuvo "suerte" y se quedó
embarazada, por lo que diez años después decidió "repetir la
experiencia" para darles a sus hijos otro hermano.
"Quería
repetir la experiencia, pero por la edad los ginecólogos no lo
consideraban conveniente", explica Lina, por lo que se puso a buscar por
internet y encontró un especialista en Madrid que, antes de asumir el
tratamiento, le propuso hacer una serie de pruebas médicas para
comprobar si el embarazo podía ser viable.
Las
pruebas dieron todas positivas, por lo que le propuso "implantar un
embrión y a ver si había suerte. Al final, tuve la mejor suerte".
Esa suerte se llamará Lina, como ella y como su madre, una mujer que murió muy joven a causa de una negligencia médica.
"Entonces le prometí que si tenía una niña le pondría su nombre y esto es un milagro de ella, que está en el cielo", concluye.
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