Las galletas Oreo son tan adictivas como la cocaína, muestra estudio con ratas
miércoles, octubre 16, 2013
(CNN) — Cualquiera que haya comido galletas Oreo
alguna vez sabe lo difícil que es comer sola. Los científicos han
sospechado por mucho tiempo que a nuestros cerebros les apetece la
comida chatarra de la misma forma que otras sustancias placenteras, como
las drogas ilegales.
Estudios previos en roedores y humanos han mostrado que la misma área
del cerebro que se vuelve más activa cuando la gente usa drogas
incrementa su actividad cuando los participantes de un estudio consumen,
o incluso miran, comida con alto contenido en azúcar o calorías como
los helados o el tocino.
Un nuevo estudio de estudiantes del
Colegio de Connecticut aporta a la creciente evidencia que sugiere que
la comida puede ser adictiva. Los estudiantes estaban interesados en
entender cómo la disponibilidad de comida basura en áreas de bajos
ingresos ha contribuido a extender la epidemia de obesidad en Estados
Unidos.
“Incluso si asociamos peligros para la salud al tomar drogas como la
cocaína y la morfina, la comida alta en grasa y azúcar puede representar
un mayor riesgo debido a la accesibilidad y precio”, dijo a través de
un comunicado el neurocirujano y diseñador del estudio, Jamie Honohan.
Los estudiantes investigadores usaron un laberinto con dos lados para
probar su teoría. En un lado del laberinto, dieron a las ratas galletas
Oreo, en el otro, galletas de arroz. Luego se les permitía a las ratas
decidir qué lado del laberinto querían explorar.
Los investigadores tomaron el tiempo que las ratas pasaron en cada
lado. Luego compararon los tiempos con un experimento similar en el que
se les ponía a las ratas una inyección de cocaína o morfina en un lado
del laberinto y una inyección de salina del otro.
También analizaron los efectos de las galletas Oreo en los cerebros
de las ratas al revisar el número de neuronas en el llamado “centro del
placer” que se activaron mientras comían.
Las ratas de laboratorio condicionadas con galletas Oreo pasaron
tanto tiempo del lago del laberinto como cuando se les ofrecía cocaína o
morfina. “Esto, por sí mismo, no es sorprendente o novedoso”, dijo
Schroeder a CNN en un correo electrónico. Pero los investigadores
también encontraron que las ratas que comían Oreos experimentaban más
placer que los animales a los que les inyectaban drogas.
“En conjunto, estos hallazgos apoyan la hipótesis de que el consumo
de comida con mucha grasa y azúcar puede llevar a comportamientos
adictivos y puede activar el cerebro de una forma similar al abuso de
drogas”, dijo Shroeder. “Esto puede, en parte, ayudarnos a entender por
qué los individuos que han tenido problemas al controlar su consumo de
comida, especialmente cuando las opciones son limitadas a altas en grasa
y azúcar, son más susceptibles a la obesidad”.
Los resultados no han sido publicados en una revista científica. Y
las investigaciones en ratas no siempre se trasladan a los humanos.
Sería difícil obtener su aprobación debido a que requeriría el uso de
sustancias ilegales.
Aunque se usaron galletas Oreo en el experimento, este tenía como
objetivo ilustrar el efecto de cualquier comida alta en grasa o azúcar.
El estudio nos ayuda a entender por qué a veces es difícil resistirse a la comida chatarra aunque sepamos que es mala para nosotros, dijo Schroeder.
0 comentarios