Rafael Amaya, mejor conocido por su rol en la telenovela “El señor de los cielos”, se encuentra en la capital dominicana para comenzar el rodaje de la película “Oro y polvo”, de Huchi Lora y Félix Limardo. El actor mexicano se reunió ayer con la prensa dominicana por primera vez.

Amaya llegó anoche de buen ánimo al restaurante Don Pepe, donde respondió todas las preguntas que hicieron los representantes de los medios. Su papel “El señor de los cielos” ha cautivado a los dominicanos al interpretar a un capo de Sinaloa, México, cuyo nombre es Aurelio Casilla.

La mayoría de las preguntas fueron referentes a este personaje por la forma en que él lo representa.
El actor tendrá el protagónico en “Oro y polvo”, donde también hará de capo bajo el nombre de Danny.


Para asumir el papel en la serie de producción mexicana, explicó, tuvo que trabajar duro. De hecho, viajó a Sinaloa por tres meses para empaparse de todos los detalles y fortalecer la caracterización.

Con relación a que la mayoría de los personajes que ha interpretado son sobre capos y narcotráfico, sostuvo que hay un común denominador y es que la mayoría funciona como animales irracionales y actúan por puro instintos. Sin embargo, defendió estas producciones catalogadas como narconovelas, ya que las mismas, según él, reflejan la realidad y una problemática que es cada vez latente.

Reporteros de LISTÍN DIARIO le preguntaron si estaba de acuerdo con la legalización de las drogas y respondió lo siguiente: “Por más que yo diga que sí siempre va a seguir porque es un gran negocio”.

Amaya, que está de acuerdo con las narconovelas, entiende que ese tipo de producciones no están hechas para la niñez y que a los menores no se les puede dejar frente a los televisores como una manera de educarlos. Según su criterio, a los niños no se les puede dejar ver este tipo de producciones .
Amaya, que llegó el martes, se está familiarizando con los dominicanos.
“El señor de los cielos” está tan al tanto que agradeció al gobierno dominicano por el apoyo que le está ofreciendo a las producciones cinematográficas luego de la aprobación de la Ley de Cine.