La corona 14 está en la cuenta roja. Andy Dirks conectó un imparable con dos outs en el noveno que remolcó a Freddy Guzmán desde la antesala para dejar en el terreno a las Águilas Cibaeñas y otorgar a los Leones del Escogido la corona 14 de su historia.

Esta fue la segunda corona para Andy Dirks en el béisbol local, ya que ganó con los Toros del Este el pasado campeonato.

En un partido de muchas emociones, que pintó amarillo hasta el octavo episodio en el Estadio Quisqueya, los nuevos monarcas dejaron lo mejor para el cierre cuando lograron un gran rebase que quedará registrado para la historia de las finales de la pelota local.

Raúl Valdés volvió a dominar a los rojos durante seis entradas de apenas una carrera. Por cosas de la pelota, que no siempre es justa, estuvo brillante en sus tres aperturas, sin embargo no pudo ganar en ninguna de ellas. Concluyó con 21 entradas y un tercio de tres vueltas permitidas. Las Águilas se fueron delante en el segundo episodio con jonrones consecutivos de Héctor Luna y Miguel Tejada ante el abridor Jodan Norberto. El ataque de los visitantes continuó con una rayita en el tercero y otra en el cuarto.

La primera del Escogido llegó en el cierre del cuarto ante un Valdés que con apenas dos días de descanso trabajó con el corazón. La segunda de los dueños de casa llegó en el comienzo de la parte baja del séptimo con cuadrangular de Mauro Gómez ante Ángel Castro.

Episodios grandes

El octavo continuó como la Némesis de las Águilas ante los Leones, que empataron de forma espectacular, aunque vale señalar que la defensa de los cibaeños estuvo pésima con dos costosos errores.

El relevista zurdo Wilkins Arias inició la entrada permitiendo sencillos seguidos del emergente Iván de Jesús y de Pedro Florimón. Fue sustituido por Miguel Batista, que terminó como el lanzador derrotado. José Constanza anotó desde tercera con un disparo salvaje de Elián Herrera en un batazo corto de Dirks y luego Pablo Ozuna entró desde la tercera con la quinta de los Leones debido a una pifia de Pedro Ciriaco en tiro a la intermedia tras un rodado fuerte, pero de frente de Julio Lugo.

Cuando todo indicaba el triunfo de los Leones, Jesse Gutiérrez, primera base mexicano de las Águilas, le disparó un jonrón por todo el bosque izquierdo a Fernando Rodney, el lanzador de récord por los Leones, en conteo de 3-2 y dos outs que devolvió la alegría a los cibaeños.

En el noveno, Freddy Guzmán, que en la entrada anterior entró como corredor emergente por De Jesús, se embasó por sencillo a la intermedia y se robó la segunda. Florimón falló con globo al izquierdo. Constanza fue transferido intencionalmente y Ozuna lo forzó en segunda, pasando Guzmán a la tercera.

Batista fue sacado por el dirigente Félix Fermín por el lanzador Edward Paredes, a quien Dirks, que llevaba de 4-0 en el juego, le dio el sencillo de oro al central para llevar a Guzmán a la goma con el campeonato del Escogido.

Buen momento

La de este campeonato, es la segunda corona de los Leones en los tres últimos años y su primera en una final contra las Águilas desde la temporada de 1989-90. Llevaban tres derrotas seguidas contra los amarillos en 11 disputas por la corona, incluida la de anoche.

Para el dirigente Ken Oberkfell, quien ganó hace dos años, es su segunda corona con los rojos, luego de asumir el equipo escarlata en un mal momento.

Los Leones tienen el derecho de representar al país en la Serie del Caribe que se inicia el próximo jueves en el mismo Estadio Quisqueya.

Disfrute al máximo en el Quisqueya

Caras pintadas, estrictas medidas de seguridad, pancartas, vendedores y las acostumbradas discusiones entre los fanáticos, matizaron el ambiente ayer entre las Águilas Cibaeñas y los Leones del Escogido en el último encuentro de la Serie Final.

Mientras unos vociferaban “Pa´ la Serie del Caribe”, otros atinaban a decir “se pueden ir”. Llegada la tercera entrada, aún varios asientos, en especial los del ala derecha del estadio Quisqueya, aún permanecían vacíos.

Asimismo, los denominados “tours” desde Santiago de los Caballeros hicieron presencia para respaldar a las Águilas. Pero el disfrute del encuentro no solo estuvo a lo interno del viejo parque de pelota. También se dejó sentir en los llamados “colmadones” que están ubicados en la avenida Tiradentes.

En Santiago, el Estadio Cibao fue abierto para que el partido sea visto por la pantalla gigante del parque. Cientos de fanáticos, que no vinieron a la capital, llenaron la gradería central.

Por: Yancen Pujols