Dulce Denise Quiñones en su primer concierto en Puerto Rico
viernes, mayo 31, 2013
Con su dulzura, Denise Quiñones demostró anoche que su canto es capaz de revolcar el alma y el cuerpo, al menos en las decenas de personas que acudieron a su primer concierto en Puerto Rico. La actriz boricua, venida a la fama tras ganar Miss Universe en 2001, engalanó el café-teatro Punto Fijo, en el Centro de Bellas Artes de San Juan, durante su espectáculo “Aquí estoy”, en el que combinó temas de su disco “Ruidos y silencios” con números frecuentes en las bohemias.
La artista boricua se presentó en su patria como uno de esos cantantes quisquillosos con su ejecución vocal: cero desafinaciones y poco relleno, con algunos adornos modernos, uno que otro gemido y algún gritito espontáneo que se pueda perdonar.
Pero no es que haya sido un robot. Entrar en cada tema implicaba para la beldad algo así como el paso a un estado de trance. Antes de cada canción cerraba los ojos mientras se daba palmaditas en los muslos, para luego mover su torso cual serpiente al compás de la guitarra y la percusión, y finalmente transmitir ese éxtasis al público con una mirada fija, pero coqueta. La reina de belleza sigue ahí, pero evolucionada, elevada, madura; un concepto que dialogó a la perfección con el vestido negro de Stella Nolasco que llevaba puesto.
“Qué rico, Dios mío, el corazón ya está palpitando, eso es bueno, una buena señal... Esto es una presentación que me llena de muchísima emoción porque es algo que me encanta hacer, interpretar más que nada, en un ambiente íntimo. Están ustedes hoy conmigo en la salita de mi casa.
Me hacía falta ya mi patria”, expresó Denise antes de abrir el show a las 9:10 de la noche con Miradas dulces, una de las siete canciones de su álbum que ofreció. Así fueron, de hecho, las que le enviaron desde sus sillas, a solo unos metros de distancia de ella, el activista de derechos humanos Pedro Julio Serrano, y el cantautor y comediante Silverio Pérez.
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