Los amigos que aún le quedan a Gadafi

viernes, agosto 26, 2011

Los líderes de la Unión Africana (UA) deben reunirse en la capital etíope, Addis Abeba, para discutir, entre otros asuntos, la crisis en Libia.
El objetivo oficial del encuentro es recaudar fondos para la hambruna en Somalia, aunque el dilema de la UA sobre lo que está sucediendo en la nación norteafricana será uno de los asuntos candentes.
El miércoles ese dilema quedó al descubierto cuando Sudáfrica paralizó los intentos de Washington en Naciones Unidas de liberar fondos del régimen libio para entregárselos a las fuerzas rebeldes del Consejo Nacional de Transición (CNT).
El embajador sudafricano ante la ONU dijo que su país no podía aprobar la liberación de los fondos porque ello implicaría el reconocer oficialmente al CNT, algo que ni el gobierno de Johannesburgo ni del resto de los países de la UA han hecho todavía.
Finalmente el jueves Sudáfrica aceptó descongelar US$1.500 millones confiscados al régimen de Trípoli, aunque bajo la condición de que en los documentos en los que se aprobaba el desbloqueo no se citara al CNT sino a las "autoridades libias pertinentes".
El gobierno de Londres dio la bienvenida a esta decisión, aunque urgió a las naciones africanas a que reconozcan al CNT.
Esos US$1.500 millones son tan sólo una pequeña parte del total de fondos del gobierno del coronel Gadafi que han sido embargados por Estados Unidos y la Unión Europea (UE).


El mayor dilema para muchos de los líderes de la UA es que en años recientes han apoyado cambios democráticos en el continente africano.



Aunque las intenciones democráticas de los rebeldes libios todavía deben quedar demostradas, muchos líderes africanos son perfectamente conscientes de que el fugitivo Muamar Gadafi no es un demócrata.
El presidente sudafricano, Jacob Zuma, tiene una relación política y personal cercana con Muamar Gadafi.
Pero al mismo tiempo, Gadafi históricamente ha apoyado los movimientos de liberación en el continente, incluyendo al Congreso Nacional Africano de Nelson Mandela en Sudáfrica.
Más recientemente, ha utilizado los ingresos de la industria petrolera para establecer una red de relaciones políticas y financieras en África.
Gadafi fue uno de los principales fundadores de la Unión Africana y uno de sus principales financiadores.
El líder libio quería convertir a la UA en la precursora de los Estados Unidos de África e hizo gestiones para que sus oficinas centrales se situaran en Trípoli, lo que, de haber sucedido, hubiera aumentado su influencia en la organización.
Como parte de su campaña, gastó grandes cantidades de dinero en todo el continente. Por ejemplo, el centro de la capital de Chad, Yamena, está dominado por un hotel de propiedad libia.
Existen hoteles similares en Burkina Faso y otros países subsaharianos, así como inversiones libias en el campo de la agricultura y las telecomunicaciones en todo el continente.

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