Carlos Sánchez ha sido uno de los primeros en dedicarse, de lleno, a hacer Stand Up Comedy en el país. Empezó en circuitos pequeños como el bar Falafel, en la Zona Colonial con sus rutinas, pasando de ahí a Casa de Teatro y luego a lugares más grandes como el hotel Jaragua o el Night Club Maunaloa.

Cuando descubrió que era humorista lo que quería ser, siempre le llegó a la cabeza la imagen de Freddy Beras Goico y el humorista norteamericano Jerry Seinfield, quienes para esos años, en que todavía se encontraba estudiando derecho en la universidad, tenían mucha presencia en la televisión.

“Sé que ellos no tienen nada que ver el uno con el otro, salvo el hecho de que hacían reír, pero eran los personajes que más me llamaban la atención, luego me he sentido muy identificado con Cuquín, por su forma de hacer humor”, declaró Sánchez en entrevista para el portal www.remolacha.net. Este portal viene realizando una serie de entrevistas en audio a distintas figuras del país. Ya fueron entrevistado Sergio Carlo y Bolivar Valera.

A la pregunta de que si del humor, o más específicamente, del Stand Up Comedy se puede vivir en el país, no dudó en declarar que sí. Que él tiene su casa, mantiene su familia y vive tranquilamente gracias a su trabajo.

“Lo que sí es que el que se dedica a esto debe tenerlo como si fuera un gimnasio, ejercitarse todos los días, porque es un entrenamiento que no se puede descuidar, pero sobre todo, ser creativo y disciplinado”.

El comediante manifestó que montar un show de monólogos humorísticos le puede tomar desde uno a dos años, sin embargo, admitió que ahora que está en la televisión ha tenido que aprender a improvisar, lo que le ha permitido aprender más otras técnicas para hacer su trabajo.

Del primer show que presentó, “Mucho gusto”, que es de la época de cuando inició en el humor de manera profesional, dice que no cree que volvería a hacer esos mismos chistes, no porque los considere malos, sino que los considera parte de una etapa de crecimiento que ya ha superado.

Escrito por Francis Mesa