Las clases siguen suspendidas por tiempo indefinido en la escuela José Reyes en protesta contra una estación de transferencia de desechos sólidos, situada a menos de 100 metros del plantel escolar.En la mañana de ayer, profesores, padres y estudiantes, provistos con mascarillas, realizaron una vigilia frente a las instalaciones donde el Ayuntamiento de Los Alcarrizos acumula la basura del municipio para luego depositarla en el vertedero de Duquesa.

Los padres de los alumnos dijeron que no enviarán a sus hijos al centro situado en Los Cerros del Norte hasta que no se clausure definitivamente el vertedero.

Mientras tanto, el alcalde Danilo (Júnior) de los Santos, en conversación telefónica con elCaribe, reconoció las molestias que origina la estación a la comunidad pero dijo que por el momento no tiene otra alternativa. “Mi mayor intención es que eso no exista ahí, pero, ¿cuál es la situación? Es que si no tuviéramos ese punto todas las esquinas de Los Alcarrizos estuvieran llenas de basura”.

De los Santos dijo que está en negociaciones con la compañía recolectora Higiene Integral, a través de la cual se adquirirán 10 camiones compactadores. “Eso va a reducir al mínimo la acumulación de basura en ese punto”, aseguró.

Agregó, además, que están ubicando unos terrenos en las afueras de Los Alcarrizos, específicamente en Cabayona, para trasladar el transfer en los próximos meses. En septiembre pasado, De los Santos se comprometió frente a reporteros de este medio a trasladar el vertedero, lo que evidentemente no ha sucedido.

Dice protestas son políticas

El síndico atribuyó las protestas a sectores políticos. “Sabemos que esto tiene un elemento político, lamentablemente, a veces hay seres humanos, como algunos dirigentes comunitarios, que usan argumentos de este tipo para dañar buenas acciones como la que estamos realizando en el municipio”.

Ministra aboga por una solución consensuada

Josefina Pimentel dijo que instruyó a la directora regional y al departamento de Supervisión para buscar una solución conjunta al problema que permita a ambas instituciones operar en el marco del respeto. “Para que nuestros niños no pierdan sus clases, entendemos que ese ambiente no favorece ni la tranquilidad, ni el desarrollo armonioso de las labores docentes”.
Por María Teresa Morel