La familia del exdictador Jorge Rafael Videla mantiene su hermetismo sobre cuál será el destino final de sus restos.

El cuerpo de Videla había sido trasladado a la morgue judicial poco después de su fallecimiento ocurrido el viernes. Medios de prensa argentinos consideran que podría ser sepultado en la localidad de Pilar, a 60 kilómetros de Buenos Aires, o en Mercedes, su ciudad natal.

La reserva sobre el lugar responde a que si se trata de un lugar identificable podría ser un punto de convocatoria de organizaciones políticas y eventuales ataques a su tumba.
Al morir, Videla cumplía una cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad cometidos durante su mandato presidencial entre 1976 y 1981.