En una de las ceremonias que se desarrollaban al mismo tiempo en Washington y Nueva York, el presidente recordó a los casi 3.000 fallecidos ese día de 2001, pero además a los 600 militares que han hecho “el último sacrificio” en Afganistán por la seguridad de su país.

"Tras más de una década, esta generación del 9/11 ha respondido al llamado de su país, y en tres meses desde ahora nuestra misión de combate en Afganistán va a terminar", dijo el presidente.
"Hoy honramos a todos los que han hecho el sacrificio máximo estos 13 años, más de 6.800 patriotas estadounidenses. Y damos gracias a los que sirven en peligro para mantener seguro a nuestro país y frente a las amenazas de nuestro tiempo", agregó.


Estados Unidos y las fuerzas internacionales han acordado retirar a sus tropas en Afganistán en diciembre, cediendo la seguridad al gobierno afgano. Solo habrá asesores militares estadounidenses.

“Han pasado 13 años desde que una mañana la paz de Estados Unidos fue rota, 13 años desde que cerca de 3,000 vidas preciosas nos fueron quitadas, incluidas 125 hombres y mujeres que servían aquí, en el Pentágono”, dijo Obama en un discurso desde Washington.

“Ellos intentaron romper nuestro espíritu, y probarle al mundo que su poder de destrucción era más grande que nuestro poder de persistir y construir”, dijo al referirse a los terroristas que atacaron el World Trade Center, el Pentágono y un tercer atentado fallido.
El presidente resaltó el sacrificio de las personas que murieron ese día, y este año en particular recordó a los 125 funcionarios que murieron en el Pentágono el día del atentado.

En tanto, como cada año Nueva York honró a las 2.983 víctimas que fallecieron en las Torres Gemelas y en las posteriores horas. En el minuto exacto del impacto del primer avión (08:46), los asistentes a la ceremonia guardaron el primer minuto de silencio.