CALIFORNIA, Estados Unidos.- Miles de rumores recorren el mundo desde hace algunas semanas sobre el entorno de la pareja juvenil más famosa del momento. Justin Bieber y Selena Gomez casi fueron padres. Por lo menos así lo aseguran una serie de allegados, que prefirieron mantener el incógnito. El fin de semana del 10 de junio, Selena Gomez hizo su ingreso al hospital de Santa Mónica, California. La cantante presentaba nauseas, mareo y, principalmente, un fuerte dolor de útero. Según una fuente confiable, nada tuvo que ver con su período, por ejemplo, lo cual descarta que el dolor fuera parte de algo similar. Y en cuanto a los otros síntomas, juntos indicaban otro diagnóstico: embarazo. Sin embargo, desde el centro de salud, la versión brindada fue distinta. El parte médico indicó una intoxicación por ingesta de comida chatarra. Para los fanáticos y prensa en general fue suficiente razón para justificar el padecimiento de la ex Disney, pero no todos lo creyeron así.Semanas antes de este acontecimiento, la pareja había estado en la paradisíaca isla de Hawaii disfrutando de unas mini vacaciones. Allí, ambos artistas se alejaron de la presión y se mostraron juntos en las costas, acompañados de un amplio operativo de seguridad debido a las amenazas de los "bielibers" -fanáticos de Justin- por la confesión del canadiense de querer casarse con su novia. Todos fueron testigos de cómo Bieber y Gomez se paseaban sin reparo por las calles, y de cómo se mostraban mimosos ante las cámaras de los paparazzis. Pero eso ocurrió sólo puertas afuera. En el interín de la habitación en la que se hospedaron las estrellas del pop pasaba más que sólo sueño. Justin y Selena pasaron buena parte de sus vacaciones entre cuatro paredes, y no precisamente durmiendo. Una sola noche de sexo desenfrenada bastó para que Selena, semanas después, tuviera que asistir al hospital, no por una intoxicación, sino por un prematuro aborto. El feto sólo tenía 3 semanas. Una de las mucamas del hotel pudo comprobar la presencia de material genético, presumiblemente del cantante canadiense, sobre una de las alfombras de la habitación. Entonces, Bieber no habría usado protección.