Para muchos el concepto humor ventriloquial podría resultar desconocido, pero si hablamos del arte de hablar sin mover los labios de seguro muchos se identificarán con esta habilidad que no todos los seres humanos pueden desarrollar.

Sin dudas, alguien que sí ha podido descollar en este arte y con una perfección admirable es el joven Liondy Ozoria, quien se ha destacado por sus personajes de Ñeñeco y Don Chichí.

La capacidad de hablar sin mover la boca la desarrolló desde temprana edad, ya que había visto con anterioridad a otros ventrílocuos que los traían al país y notaba algunos errores y desperfectos en sus presentaciones.

Confiesa que sus inicios no fueron nada fácil, ya que es un talento que no muchas personas tienen y logran desplegar, no solo aquí sino a nivel mundial.

“Mi inquietud por la ventriloquia existía desde niño, más no fue sino hasta 1999 cuando inocentemente metí la mano en la cabeza de un juguete que movía la boca y le hable a una niña la cual se sorprendió y de ahí en adelante me vinieron ideas futuras que consideraba a largo plazo fructíferas y hoy en día muchas de esas ideas se han llevado exitosamente a cabo, gracias a Dios”, explicó.


Descubrió que podía hacer ventriloquia a los 17 años, pero fue a los 19 cuando tuvo su primer muñeco, lo que perfeccionó con prácticas entre familiares y amigos, tácticas que son las que hacen que la gente realismo en sus personajes.

Revela que su personaje estrella es Ñeñeco, un mono que no fue creado a propósito ni tenía una razón de ser, simplemente fue la casualidad de que la cabeza era un juguete de aparar pelotas con velcro, por eso lo cuida tanto, ya que no hay otro igual. La cabeza la sustituyó en el 2003 por una nueva que le regaló una compañera de trabajo para presentarse en la finalísima del desaparecido programa “Cuánto vale el Show”, donde ganó el segundo lugar en competencia de talentos.

Mientras que de "Don Chichí” dice fue más premeditado y se tomó su tiempo para sacarlo a la luz, ya que con la pegada y la fama de Ñeñeco tenía que ser cuidadoso de conseguir un personaje que no fuese parecido al mono en la personalidad. Don Chichí fue comprado a través de una página de Internet en Estados Unidos.

Asegura que sus personajes tienen algo de su temperamento, ya que en ocasiones desahoga atrevimientos que nunca pensó decir y que las manifiesta a través de sus personajes.

“Ñeñeco es muy fresco y no le importa piropear o decir a una mujer cuan buena está o darle un boche a alguien que está en medio interrumpiendo el show o tratar a modo de mucha confianza a los clientes mientras que la personalidad de Don Chichí no la comparo con la mía, sino que hago alusión a lo que se entienda en el momento en cada show, talvez en 60 años te pueda decir si nos parecemos”, argumentó.

En carpeta tiene continuar con su nuevo show llamado “El Papá de lo´muñeco” que fue exitoso en enero, el cual pretende repetirlo el 24 de marzo y luego traerlo hasta Santiago.

En cuanto a la televisión, luego de su salida de “Qué noche” está estudiando la posibilidad de volver a través de algunas ofertas que le han hecho, ya que cuando sale de un programa le gusta tomarme su tiempo para volver a estar en otro.

“Estoy consciente que la televisión ha sido una plataforma importante para proyectar mi arte, aunque no es la forma más efectiva de que contraten a uno para los shows privados, pienso que lo más idóneo siempre será el boca a boca y ofrecer un trabajo de calidad para luego ser recomendado”, explicó.

Liondy actualmente tiene treinta y un años de edad. Es padre de familia, tiene una pequeña de dos años a quien adora. Es hijo de Cirilo y Bertha, le encanta bailar, ya que fue bailarín y coreógrafo por la época de 1997.

Quiso incursionar en el género urbano ya que le gusta el rap, pero no siguió intentándolo pensando en que tenía un mejor futuro en el humor ventriloquial.

Hasta hace unos años estuvo trabajando la ventriloquia a nivel privado, animando eventos sólo como pasatiempo, porque siempre había sido empleado del negocio de los Call Centers, pero actualmente se ha dedicado por completo a su arte.

Está interesado además en iniciarse como actor, y según el artista ya tiene buenos planes y proyectos para incursionar en el arte de las tablas.

Grandes satisfacciones
Muchas han sido las satisfacciones logradas con esta profesión, ya que Liondy es un trabajar incansable del arte, lo que le ha permitido lograr el reconocimiento del público, de los medios y de las empresas que lo contratan.

Se siente muy contento al ver que muchas figuras importantes del medio artístico y del humor como Felipe Polanco, Cuquín Victoria, Carlos Sánchez, Aquiles Correa entre otros, reconozcan y valoren su trabajo como bueno y válido.

Por:Marilyn Ventura