Hace 11 meses la vida del merenguero “Franklin The Boss” cambió en forma brusca.

Caminaba hacía la casa de una amiga en el sector de Alma Rosa cuando fue detenido por agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas acusado de tráfico sexual de menores.

Estados Unidos lo pedía en extradición.

Todo cambió, y hoy, disfrutando de una libertad, el artista dice que para soportar verse encerrado injustamente en la cárcel de Najayo tuvo que agarrar la Biblia y aprender de ella el manual que de ahora en adelante guiará su vida.

Libertad

José Altagracia Corcino (Franklin The Boss) quedó libre tras estar por más de diez meses recluido en la cárcel de Najayo, enviado por la Dirección Nacional de Control de Drogas a pedido de las autoridades de Estados Unidos

Hablando con los medios de comunicación (a los que en un momento les dijo que quizás siendo víctima del sistema dieron desgarradores titulares sobre él), el merenguero confesó que a pesar del calamitoso encierro nunca se sintió preso, porque sabía que él era un hombre inocente y que su libertad llegaría de la mano de Dios.

Hablando pausado, visiblemente más delgado, el merenguero reveló que no le gustaría ver en su situación a nadie, y más cuando se bombardean tantas informaciones negativas sin reparar en que en su caso él tenía una esposa, cuatro hijos y una familia que nunca lo abandonó.

“Este proceso cambió mi vida, lloré el día que llegué a la celda de Najayo, pero luego entregué el caso a Dios y de ahí en adelante empecé a aprender cosas que hoy impactan mi vida.

“Valoro más la familia, esa que no le importa lo que digan de ti y cree ciegamente en tu integridad. Valoro a los amigos y a la libertad”, comentó.

Propósito

Ahora prepara un disco cristiano que compuso con una guitarra en las frías paredes de Najayo, es algo que él siempre quiso, pero que nunca tenía tiempo. Luego sacará un disco con merengues tradicionales en donde lleguen las fusiones con la salsa, la balada y otros géneros. Su primer tema a promocionar será “Me querían cortar las alas”.

El artista explicó que todo se originó por un proceso en el que estuvo involucrada en Estados Unidos su madre y su padrastro. “Mi madre fue víctima del sistema, la llevaron a un nivel sicológico que la hicieron firmar un papel en inglés sabiendo que ella no sabe inglés.

Nunca pudieron probarle nada, pero la justicia divina es más poderosa y hoy solo digo que Dios me llevó a esta parte de la vida para que yo aprendiera a ser más” fuerte.

Cristina Liriano_El Dia