Fortachón vestido de negro, impidiendo que los fotógrafos hicieran su trabajo
jueves, octubre 24, 2013Lo que ocurrió anoche en el concierto de Justin Bieber no se había vivido en un show en este país. Lo primero fue la gran desorganización que hubo en las entradas, donde se veían largas filas de fanáticos, que se les impedía llegar a la puerta por una seguridad agresiva y cansada de tanto trabajo.
Lo segundo fue el caos que había dentro del estadio, donde era imposible controlar a los y las adolescentes, que en ningún momento quisieron ocupar sus asientos y en lugar de sentarse se paraban en las sillas, dejando a los que estaban detrás sin poder ver al artista directamente, teniendo estos que hacerlo a través de las dos gigantescas pantallas. Por más esfuerzos que hicieron los acomodadores para sentarlos se les hizo imposible.
Pero el gran desorden lo armó la seguridad del propio cantante, quienes comandado por un sujeto gordo, un fortachón vestido de negro, impidiendo que los fotógrafos y camarógrafos hicieran su trabajo.
Él estaba como "gata parida", al acecho y cuando veía a alguien con una cámara de inmediato se la quitaba de forma brusca y sin preguntar. El fortachón llegó tan lejos que agredió el camarógrafo Jhonatan Hernández, de Color Visión, rompiéndole su acreditación, lo que también hizo con un fotógrafo.
El sujeto estaba lleno de ira, jadeante y sudoroso, como perro rabioso detrás de la prensa, porque ese era su único propósito, estorbar el trabajo del periodista.
Hasta Maribel Hernández, encargada de prensa de Evenpro, empresa que trajo al artista, fue ultrajada por el fortachón, quien la empujó cuando ella intentó ponerlo a raya, explicándole que los fotógrafos deberían ir en el lugar que ella le decía y que se le había asignado, pero él los quitó y cada quien hizo sus fotos de donde pudo.
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