Es normal, e incluso saludable, tener fantasías sexuales, coinciden los psicoterapeutas de pareja y especialistas en salud sexual. Lo curioso es enterarse que la fantasía sexual que se consideraba secreta, privada y personal posiblemente sea la misma que ronda la mente de otras miles de mujeres, según un estudio.
Al estilo de la saga erótica 50 sombras de Grey, el estudio publicado por la revista The Journal of Sexual Medicine y realizado por investigadores de la Universidad de Montreal muestra que más de la mitad de las mujeres consultadas tienen la misma fantasía sexual. Casi un 60% de las 1,500 mujeres que respondieron a las pruebas propuesta por el estudio, revelan el mismo deseo de estar sometidas a una nueva pareja sexual, tal cual lo relata la novela erótica. Las mujeres fantasean con un sadomasoquismo suave pero en el que acatarían todos los caprichos sexuales del hombre (ojalá joven, atractivo y adinerado como el de la película basada en este relato).
Según explican los autores de la investigación, “las personas que tienen fantasías de sumisión también muestran con frecuencia deseos de dominación, es decir, no son excluyentes, sino todo lo contrario”. Por “dominación suave” el documento se refiere, por orden de preferencias, a ser esclavizadas durante la relación (52%), recibir palmadas en los glúteos (36%) y ser forzadas a tener sexo (28%). La segunda fantasía más común entre las mujeres según este estudio es tener relaciones sexuales con más de tres personas, bien sean hombres o mujeres.
Aunque a la mayoría de los hombres les encantaría que sus fantasías se hiciesen realidad, las mujeres prefieren que estas escenas deseadas e imaginadas se queden en su mente: “distinguen entre fantasía y deseo”, según la publicación. Algo que, al parecer pudo descifrar Erika Leonard James, autora de la exitosa trilogía 50 sombras de Grey, quien sostiene que “a las mujeres les gustan las fantasías sexuales porque la parte más erótica de su cuerpo está dentro de su cabeza”. Partiendo de este hecho, la escritora, con su trilogía, ha logrado vender más de 125 millones de copias alrededor del mundo, y sus historias eróticas fueron llevada a la pantalla grande.
Fantasías sexuales: ¿Buenas o malas?
Usar el potencial que nos brinda la capacidad de fantasear puede ayudar a enriquecer y disfrutar más de la vida sexual, sostiene la psicoterapeuta y terapeuta de pareja Martha Zúñiga: “ Explorar a fondo las fantasías sexuales en pareja, y decidir llevarlas a cabo, puede ser de gran beneficio para reforzar una relación íntima, siempre y cuando sean consentidas por las partes involucradas”.
Las fantasías sexuales o pensamientos eróticos son parte importante del ser humano, que permiten trascender la limitada realidad, creando entornos imaginarias que estimulan y/ o acompañan los actos sexuales. Además de mejorar la autoestima, las fantasías eróticas contribuyen a aliviar el estrés y la tensión, proporcionan una manera fácil y accesible que las personas pueden usar para relajarse o escapar momentáneamente del estrés diario y pueden tener un efecto calmante, similar al de la meditación, sin implicar ningún tipo de estimulación física, dice Suzie Boss en su libro Private Thoughts: Exploring the Power of Women’s Sexual Fantasies.
Sin embargo algunas personas reprimen sus pensamientos por timidez o por temor a ser juzgados y deciden suprimir sus pensamientos eróticos.
Para la psicóloga y sexóloga Karla Urriola “accesar a nuestras fantasías sexuales nos permite ampliar nuestra visión del ejercicio de la sexualidad, podríamos reconocer algunas prácticas que nos son excitantes sin exponernos a ningún riesgo con las actividades que nos generan placer sexual”.
Y aunque no hay limite a la hora de de fantasear, los expertos en sexología coinciden en que sí es necesario que algunas fantasías sexuales se queden solo en eso, en el imaginario. El psicólogo y sexólogo Andrei Urosa sostiene que cuando se trata de prácticas que puedan generar daño físico o emocional a la pareja o que alguno de los dos no estén completamente convencidos en llevarlas a cabo, se debe descartar traerlas a la realidad.
“Siempre será de vital importancia la comunicación entre las partes para expresar sus necesidades, deseos y limitaciones. No se trata de suprimir, negar o dejar de disfrutar nuestras fantasías sino de disfrutar a plenitud la sexualidad sin dañar a los demás”.
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- martes, diciembre 13, 2016
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